Lento

Podía sentir el contacto de sus manos en mi espalda. Ese momento fue mucho mejor de lo que en sueños veía. Su rostro cerca del mio, la música lenta y nuestros pies moviéndose con una gracia que me sorprendió. Sentir como subían y bajan sus hombros con su respiración y oír el latido de su corazón cuando me apoyaba en su pecho.  Un abrazo largo y hermoso, cercano, cargado de emociones.
- Nunca creí que estuvieras interesado en mi, parecías tan lejano este último tiempo. Me sorprendiste de verdad.
- Intentaba mantenerme alejado, intentaba sacarte de mi cabeza. Intentaba conformarme con una simple amistad. Creía que eso era lo que tu querrías.
- Creo que aún te falta conocerme un poco más. Pero si estabas tan seguro de que no quería nada contigo ¿por qué me lo dijiste hoy?
- Porque algo en la forma en la que me miraste cuando llegué a tu casa me dio un esperanza.

Nos dejamos llevar por la suave música por un largo rato, en silencio. Finalmente llegó la hora de volver a casa y separarnos, pero esa despedida sería distinta, ahora diríamos adiós sabiendo que al día siguiente continuaríamos escribiendo esta historia de dos amigos que un día se dieron cuenta de que sus corazones pedían algo más.