Café, canela y limón

Tomar riesgos, de eso se trata la vida. Hacer lo que venga a la cabeza, disfrutar de la adrenalina de la incertidumbre, tomar caminos desconocidos. 

Una taza de café, una ramita de canela y cáscara de limón.


Cuando me empecé a preparar mi cafecito de la tarde pensé: quiero tomar algo distinto. Los primero que se vino a mi mente fue: Café Bombón, un gusto adquirido gracias a una de mis mejores amigas, Fernanda. Pero luego pensé: no hay leche condensada para poder prepararlo, tendría que ir al supermercado y perdería mucho tiempo, además, hoy no quiero salir de casa. Y ahí surgió la pregunta del millón, una idea, un nuevo camino se presentó ante mi. Podría tomarme un café, simple y común, agua, café y endulzante -obvio, hay que cuidarse un poco también- pero también tengo otra opción, ver que es lo que hay a mano y experimentar. Digamos que no soy una muy buena cocinera, de hecho ¡no se cocinar más que arroz! pero bueno, me encanta probar cosas nuevas. Abrí el mueble de cocina y realicé una rápida inspección de que es lo que había. Había ají de color, leche, fideos, arroz, sal, chocapic, avena, jalea y muchas cosas más... cosas que no combinaban muy bien con el café. Pero había algo más, canela. Tome una barita de canela y la puse en la taza con el café. Agregué agua y luego endulzante, me doy vuelta y veo sobre el mesón un limón. Me encanta el limón, igual que la canela, pero... ¿cómo quedaría con el café? No lo dudé más, lavé el limón, tomé un cuchillo y saqué un poco de su aromática cáscara. La introduje en el café ya caliente y ¡gualá! Mi café especial estaba listo.
Debo decir que no fue el experimento más grandioso de la existencia, ni a mi mamá ni a mi papá les gustó; de hecho, este último puso una cara muy desalentadora cuando lo probó, pero ¿qué más da?. Probé algo nuevo, me atreví y así como uno puede atreverse a tomar riesgos en cosas tan pequeñas como una taza de café distinta, uno puede tomar grandes riesgos en la vida. Si son desastrosos, bueno, uno debe aprender de los errores, buscar el lado POSITIVO de las cosas. Y si al final la decisión nos trae beneficios, GENIAL!! es algo que nunca habríamos tenido de habernos quedado en nuestra zona de comfort.
Ahora me encuentro sentada frente a mi notebook, escribiendo estas lineas mientras tomo mi café especial. Digamos que a mi tampoco me fascinó la idea, tal vez si fuera helado quedaría mejor, pero al menos me dio que pensar. Ahora tomaré más riesgos en mi vida.

Quien decide es el corazón

Falsas esperanzas, sueños rotos, mil pedazos de mi corazón esparcidos en el suelo de mi habitación. Eso es lo que ha causado, el poder que tiene sobre mi. Mis sueños me protegían, eran un escudo para el dolor. La realidad ganó la batalla y en mil pedazos quedé. Esperanza, es lo último que se pierde, creo que la estoy perdiendo. Ya nada es como era antes, cuando ignoraba la potencia de este sentimiento, todo era más fácil.
Un mundo sin el me parece un infierno. Podría vivir, pero nada sería lo mismo. El hecho de pensar que algún día tomaremos caminos distintos me parte el alma en dos, lo quiero por siempre en mi vida. No me basta con el ahora, quiero un después.
Ya no se que hacer, la vida da muchas vueltas y me llevó a quien menos esperaba encontrar en mi camino.  No se que es lo que siento, no puedo ponerle nombre a este sentimiento. ¿Será que no quiero admitirlo? Se que si lo admito todo será aún peor, no habrá vuelta atrás. Ya cometí el error una vez, no serán dos; no quiero sentir aquello nuevamente.
Una mezcla de sueños y dolor, una pizca de alegría, una gotita de melancolía por el pasado y aquellos días en los que todo iba bien. Una cucharadita de esperanza y dos de realidad. Un kilo de nubes y una taza de estrellas. Una tonelada de frustración.
Frustración es lo que siento, frustración por no poder hacer nada para sacarlo de mi vida. Frustración por no poder callar los sentimientos que me impiden seguir adelante, no poder simplemente borrarlo del libreto de mi vida. No creo que exista un camino fácil, nunca lo hay, pero todo esto sería mucho más fácil si realmente quisiera sacarlo de mi vida, y no es así.
Ya no se lo que quiero, lo quiero en mi vida, pero al mismo tiempo lo quiero fuera de ella por el tiempo suficiente para poder encontrar a otra persona que no me haga sufrir, para olvidarlo. Dos anhelos opuestos, dos caminos, dos futuros distintos, una decisión. Quien decide es el corazón.

Las ganas de abrazarte en este momento son increíbles. Quiero tenerte entre mis brazos y no soltarte, junta jamás. Quiero darte mi cariño por medio de ese abrazo, fuerte, eterno. Te quiero de una forma que me parece extraña, hace tiempo no lo sentía así, de hecho solo una vez lo he sentido, y espero esta vez no sea como la anterior. Te quiero y por eso no me rendiré tan rápido.

Acciones Conectadas

Sueños, sueños y más sueños. ¿Cuál es el limite de la creatividad y la imaginación para transformar los más simples actos en una secuencia de acciones y efectos en el entorno que pasan a convertirse en un sueño? Mi imaginación no tiene límites en ese sentido. Del más pequeño detalle comienza una secuencia de sueños y esperanzas que me llevan a mundos completamente desconocidos, mundos perfectos, donde la gente no actúa solo por su bienestar, sino también en pos del beneficio de los demás. Quiero un mundo donde la injusticia, el fraude, las mentiras, el aprovechamiento sean condenados. Quiero un mundo en el cual todos ayuden a los demás, aunque sea con pequeños detalles. Un mundo en el que vivamos en comunidad, que no solo miremos nuestro metro cuadrado, sino que miremos lo que nos rodea y veamos como mejorarlo.
Nadie en este mundo está solo, lo que hace le afecta a millones de personas por efecto cadena. Las consecuencias de tus actos no solo repercutirán en ti, también en tus parientes, amigos, colegas, vecinos, gente de todo el mundo.
Mide tus actos en base al beneficio para la sociedad, no seas egoísta, algún día podrías necesitar la ayuda de los demás. No hagas lo que no te gustaría que te hagan.
Disfruta la vida, el mundo que te rodea, tu eres parte de él. Vive la vida, sonríe.

Han pasado un poco más de 24 horas desde que te vi por última vez, un poco más de un día desde que te hable por última vez, pero para mi parecen siglos. Extraño tu voz, tu mirada, tu sonrisa. Parece trillado decirlo, pero para mi esto es nuevo, nuevo porque más que ver esos rasgos de tu ser, anhelo el saber que estás ahí, presente en mi vida, feliz. Si, no extraño tu sonrisa, si no lo que esta expresa. No extraño tu mirada, si no lo que esta me recuerda. No extraño el sonido de tu voz, si no el hecho de saber que me aprecias al punto de permitirme estar a tu lado, aún sabiendo lo que siento por ti.
Espero algún día acostumbrarme a la idea de ser solo una amiga, ser cien por ciento feliz con eso. Por el momento lucharé un poco más, aún no lo doy todo por perdido.

Letters to my lover

¿Cómo te digo que te quiero sin alejarte de mi? ¿cómo estar más tiempo a tu lado sin expresarte todo lo que siento? ¿Cómo vivir pensando en ti, en que nunca podré entregarte todo lo que tengo para ti? ¿cómo ser feliz a tu lado, si se que de verdad estás a kilómetros de distancia? Te quiero, te deseo, te extraño en este preciso momento. Quisiera tenerte a mi lado, poder abrazarte eternamente, mirar a los ojos, esos bellos ojos, y decirte lo mucho que te quiero. No lo aguanto más, siento que si no expreso esto que siento por ti, en cualquier momento estallaré y te heriré con mis palabras.
Quiero ser visible para ti, quiero que lo nuestro sea más que esta bella amistad. Disfruto el tiempo contigo, me río, me emociono, soy yo. ¿Qué más bello que poder estar con alguien y ser tu mismo? No veo en ti miradas de reprobación por mi accionar, por mis locuras, por ser yo. Me haces feliz sin siquiera saberlo, me haces la persona más feliz de la existencia.
Me gustaría no tener miedo, no depender de ti para ser feliz en este momento. Se que una palabra tuya podría derrumbar mi bienestar momentáneo, me siento vulnerable frente a ti. Quiero ser independiente, ser feliz lejos de ti, pero la simple idea de alejarme un momento de ti hace que las lágrimas broten de mi. Se que puedes vivir sin mi, como quisiera poder vivir en este momento lejos de ti.
Quiero luchar por ti, se que en este momento lo único que quieres es una amistad, pero quiero luchar por que me veas de otro modo. Se que es difícil, que es una batalla que está casi perdida, pero siempre hay una esperanza, un 1% de probabilidades de que las cosas en un momento puedan cambiar. Con el solo hecho de imaginar un momento junto a ti las fuerzas vuelven a mi, y mis ganas por luchar por mi felicidad, independiente de la causa, se hacen más fuertes.
El miedo es algo que intento erradicar. Si no fuera por el contexto en el que nos vemos inmersos, por las consecuencias con nuestro alrededor, ten por seguro que ya te habría dicho lo que siento. Se que de no salir las cosas como me gustaría me sentiría pésimo estando al lado tuyo, me dolería demasiado perder tu amistad. Por eso no me quiero arriesgar, por que se que las probabilidades de un "final feliz" son escasas.
Como dice mi madre: "Más vale un buen amigo que un mal pololo" y creo que le haré caso, no quiero perder lo que tenemos, aunque no sea todo lo que quiera. Te quiero demasiado como para alejarme de ti.

Dentro de mi vida

Supieras lo Feliz que me haces. Tú simplemente eres tú, una personas reservada, tranquila, que vive su vida de la forma que le parece más adecuada. Una persona por la que creí nunca llegaría a sentir nada. No lo puedo creer, la intensidad de este sentimiento. Por primera vez no es ilusión, por que tengo la certeza de que algo entre tu y yo es imposible, es sentimiento puro.
Con solo verte mi mundo gira, las cosas parecen más bellas de lo que usualmente son, y amo aun más los días nublados. Me sorprendes cada día, mostrándome partes de ti, partes que no sabía que existían, partes que hacen que te quiera aún más. Eres todo lo que siempre no he deseado, ¿no te parece loco?
Tu me haces feliz sin saberlo, eres increíble. Con simplemente saber que estás en otro lado, con saber que respiras, que vives, con eso me haces feliz. Es un verdadero placer tenerte en mi vida, como compañero, amigo, sueño. Una gran persona, un hermoso ser.
No podría arruinar esta amistad diciéndote lo que siento, es por ello que lo escribo, para dejar fluir estas emociones que me inundan. Si no lo hiciera las posibilidades de pararme frente a ti y expresarte mi cariño serian muy altas... ¿no queremos eso verdad?
Algún día, cuando esta locura por ti se me pase podremos reírnos juntos del tema. Como dice mi madre: Vale más un buen amigo que un mal pololo. Mientras estés en mi vida yo estaré bien.