Más acerca de mi.

Cuando no tienes claros tus pensamientos una buena forma de poder ponerlos en orden es escribiéndolos. Cada una de las cosas que leerán en este blog proviene de mis vivencias y las de mi gente cercana, hechos que causan en mi los más diversos sentimientos. Los invito a uds. lectores a sumergirse en este mundo de emociones, sueños y anhelos. Bienvenidos a mi mundo, un mundo donde todo puede ser posible y donde prima la mágia del amor.

PD: Mis palabras nos siguen una estructura establecida, es solo lo que sale de mi mente mientras escribo. No hay reglas de puntuación ni nada. Caos, así como esta vida en la que estamos. Enjoy

jueves, 28 de junio de 2012

Ataduras

Estoy chata, chata de todo, de ver siempre las mismas caras de gente hueca, que no tiene nada más en la cabeza que su propio ser. Estoy chata de los noticieros mostrando solo el lado amargo de la sociedad. Estoy chata de la universidad y su gigante vacío en el área extracurricular. Estoy chata de los ramos que no sirven. Estoy chata de la gente deprimida. Estoy chata de aquellas personas que creen pueden jugar con los sentimientos de los demás. Estoy chata de falsas amistades.
Estoy chata de hacer con mi vida lo que creo que es mejor posponiendo mis sueños y sumergiéndome cada vez más en esta agonía. Quiero salir a las calles, gritar, correr, bailar, amar. Quiero sentir el viento rozar mi cuerpo, la velocidad, la adrenalina correr por mis venas. Quiero ser libre, nada de ataduras. Una libertad difícil de conseguir, ya que la sociedad hace que creemos miles de ataduras para nosotros mismos. Y no tenemos el valor necesario para rebelarnos y decir: yo quiero ser feliz y voy a luchar por ello.

miércoles, 27 de junio de 2012

Una pequeña joya para el alma


Estaba buscando un discurso para exponer en un ramo de la universidad y me encontré con esta pequeña joya. Sin duda alguna vale la pena leerlo entero. Disfrutenlo.

Discurso de la novelista y columnista del New York Times, Anna Quindlen, en la Clase de Graduados del año 1999 en Villanova.
Es un gran honor para mí ser el tercer miembro de mi familia en recibir un doctorado honorario de esta gran Universidad. Es un honor seguir los pasos de mi tío abuelo Jim, un talentoso doctor, y de mi tío Jack, un extraordinario hombre de negocios. Ambos te podrían contar algo importante acerca de sus profesiones, acerca de la medicina o el comercio. Yo no tengo ningún campo específico de interés o práctica, lo cual me pone en desventaja al hablarles hoy a ustedes. Soy novelista. Mi trabajo comprende la naturaleza humana. Todo lo que sé es acerca de la vida real.
La vida y el trabajo jamás deben ser confundidos. El segundo es solamente una parte de la primera. Jamás olvides lo que le escribió un amigo al Senador Paul Tsongas cuando éste decidió no presentarse para la reelección debido a que le habían diagnosticado cáncer: "Ningún hombre jamás dijo en su lecho de muerte: 'Ojalá hubiera pasado más tiempo en la oficina.'"
Jamás olvides las palabras que me envió mi padre en una tarjeta postal el año pasado: "Aunque ganes la carrera de las ratas (la competencia), sigues siendo una rata." O lo que escribío John Lennon antes de morir baleado en Dakota: "La vida es lo que sucede mientras uno está haciendo otros planes."
Tú saldrás de aquí esta tarde con una sola cosa que nadie más tiene. Allí afuera habrá centenares de personas con el mismo título que tú; habrá miles haciendo lo que tú quisieras hacer para ganarte el sostén. Pero tú serás la única persona en la vida que tenga la custodia total de tu vida.
Tu vida en particular. Tu vida entera. No sólo tu vida en el escritorio, o tu vida en el omnibus, o en un auto, o en la computadora. No sólo la vida de tu mente, sino la vida de tu corazón. No sólo tu cuenta bancaria, sino tu alma.
La gente ya no habla mucho acerca del alma. Es tanto más fácil redactar un informe que dar vida a un espíritu. Pero un informe es un consuelo frío en una noche de invierno, o cuando estás triste, o quebrantado, o solo, o cuando recibes los resultados de un examen y no son gran cosa.
Este es mi informe. Soy la buena madre de tres hijos. Nunca he querido que mi profesión me impida ser una buena madre. Ya no me considero el centro del universo. Participo. Escucho. Trato de sonreír.
Soy buena amiga de mi marido. He intentado que mi matrimonio tenga sentido. Participo. Escucho. Trato de sonreír.
Soy buena amiga de mis amigos, y ellos lo son conmigo. Sin ellos, no habría nada que yo pudiera decirles hoy, porque yo sería una figura de cartón. Pero yo los llamo por teléfono, y me reúno con ellos para almorzar. Participo. Escucho. Trato de sonreír.
Sería pésima, o al menos mediocre, en mi trabajo, si aquellas cosas no fueran ciertas. Es imposible ser excelente en tu trabajo si tu trabajo es todo lo que eres.
De modo que esto es lo que quiero decirte: construye una vida. Una vida real, no una búsqueda maníaca de la próxima promoción, de un mejor salario, una casa más grande. ¿Crees que estas cosas te significarían tanto si un día tuvieras un aneurisma, o te detectaran un nódulo en el seno?
Construye una vida en la que observes el olor del agua salada tras una brisa sobre las colinas de la costa, una vida en la que puedas detenerte y observar el vuelo de un halcón de plumaje rojizo sobre el agua o la manera en que un bebé frunce el entrecejo al concentrarse para levantar una argolla con su pulgar y su dedo índice.
Construye una vida en la que no estés solo. Encuentra a las personas a quienes amas y que te aman a tí. Y recuerda que el amor no es ocio, es trabajo. Cada vez que mires tu diploma, recuerda que aún eres estudiante, aún estás aprendiendo a atesorar de la mejor manera posible tu relación con los demás. Toma el teléfono. Envía un e-mail. Escribe una carta. Dale un beso a tu madre. Abraza a tu padre.
Construye una vida generosa. Mira a tu alrededor las azaleas del vecindario donde te criaste; observa una luna llena suspendida como plata en un cielo oscuro en una noche fría. Y comprende que la vida es lo mejor que se puede tener y no debes restarle importancia.
Ama tan profundamente sus bondades que quieras difundirla por todas partes. Toma el dinero que gastarías en beber cerveza y dónalo a obras de caridad. Trabaja en un comedor comunitario. Sé hermano mayor para una persona necesitada. Todos ustedes quieren tener éxito. Pero si además de eso no hacen el bien, entonces lograr el éxito no será suficiente.
Es tan fácil malgastar nuestras vidas: los días, las horas, los minutos.
Es tan fácil dar por hecho el color de las azaleas, el lustre de la piedra caliza en la Quinta Avenida, el color de los ojos de nuestros hijos, la manera en que la melodía de una sinfonía asciende, desciende y desaparece y asciende nuevamente. Es tan fácil existir en lugar de vivir.
Yo aprendí a vivir hace muchos años. Algo realmente malo me sucedió, algo que cambió mi vida de una manera que, si hubiera podido elegir, jamás hubiera cambiado en lo más mínimo. Y lo que aprendí de ello fue algo que parece ser la lección más difícil de todas: aprendí a amar el viaje, no el destino. Aprendí a observar todo lo bueno en el mundo y a intentar devolverle algo porque creo en él total y absolutamente. Y en parte traté de hacer eso contándoles lo que yo aprendí. Contándoles esto:
Mira los lirios del campo. Observa la pelusa en la oreja de un bebé. Lee en el jardín de tu casa con el sol en tu rostro. Aprende a ser feliz. Y piensa en la vida como una enfermedad terminal porque si lo haces, la vivirás con gozo y pasión, como debe ser vivida.
Tú puedes aprender todas estas cosas allí afuera si logras una vida real, una vida plena; una vida profesional, sí, pero además otra vida, una vida de amor y de sonrisas y un vínculo con otros seres humanos. Sólo mantén abiertos tus ojos y tus oídos. Aquí pudieron aprender en el aula. Allí el aula está en todas partes. El examen llega al final.
Ningún hombre jamás ha dicho en su lecho de muerte: "Ojalá hubiera pasado más tiempo en la oficina."
Conocí a uno de mis mejores maestros en la playa de Coney Island hace unos 15 años. Era diciembre y yo estaba escribiendo un cuento sobre cómo sobreviven los desamparados durante los meses de invierno. Nos sentamos sobre los barandales de madera, balanceando las piernas a un costado, y él me habló de su rutina, mendigando a lo largo de la playa cuando ya se retiraron los turistas, durmiendo en alguna iglesia cuando la temperatura bajaba a cero grados, ocultándose de la policía.
Pero me dijo que la mayor parte del tiempo se quedaba en la playa, mirando en dirección al agua, tal como lo estábamos haciendo en aquel momento, aún cuando hacía frío y tenía que usar como prendas de vestir los diarios después de haberlos leído.
Y le pregunté por qué. ¿Por qué no se iba a alguno de los albergues? ¿Por qué no se internaba en el hospital para intoxicados?
El sólo miró hacia el océano y dijo, "Mira el paisaje, jovencita. Mira el paisaje."
Y cada día, en alguna forma, trato de hacer lo que este hombre me dijo. Trato de mirar el paisaje.
Y esta es la última cosa que tengo para decirles hoy, palabras de sabiduría de un hombre que no tiene siquiera un peso en el bolsillo, ningún lado adonde ir, ningún lugar donde estar.
Mira el paisaje. Nunca te sentirás defraudado.

miércoles, 20 de junio de 2012

Long distance

Long distance
es como si nada
nunca hubiera ocurrido
o aún peor
un parentesis que debe ser borrado
borrado de nuestras vidas
de la tuya

Momentos que no quiero olvidar
momentos de alegría, perfección
¿como eliminar aquello?
simplemente no quiero
y por mucho que las cosas no vayan bien
quiero volver a recordar aquellos momentos
que fueron pocos, pero fueron

La vida da vueltas y vueltas
que loco
la vida es para vivirla
el amor hace al mundo girar
todos estamos locos
la esencia de mi vida,
incoherencia, perfecta imperfección

Ya nada tiene sentido,
saludos y despedidas inexistentes
la nada en su máxima expresión
¿que fue lo que ocurrió?
locura, sin explicación
solo queda esperar a ver que trae la vida en el futuro
solo queda disfrutar

Long distance
kilómetros que nos separan
pero podríamos hacerlos desaparecer
la mayor separación que existe
nuestras vidas completamente distintas
un paréntesis nos unió, pero solo eso fue
momentos

¿Se mantendrá en el tiempo?
este vacio, la nada existente entre nosotros
una conexión perdida
solo un extremo intenta conectar
el otro perdido en su realidad está
¿se mantendrá entre nosotros la nada existente?
solo el tiempo lo dirá

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Como diría un estimado amigo: vómito de ideas. Lo siento por la falta de coherencia, de verdad es lo que menos me importaba mientras escribía. No es un poema... solo palabras, ideas, emociones, esperanzas y promesas rotas. Mi vida. Mi corazón. Mi ilusión.

sábado, 16 de junio de 2012

¿Fue todo un sueño? no lo se.
Los días pasan y tu recuerdo se hace borroso, llego a dudar de mis recuerdos. No ha sido mucho mucho el tiempo que ha pasado, pero siento como si fuera mucho. Ya no siento esto de la misma forma, ahora es mucho más... solitario. Sola no estoy, eso lo tengo seguro; tengo familia, amigos que están a mi lado, con quienes comparto mis alegrías y tristezas día a día. Quisiera que estés tu también presente en mi vida, quiero que lo nuestro sea más que un paréntesis en nuestras rutinas.
Desapareciste...

jueves, 7 de junio de 2012

Miedo... la palabra que define lo que siento.
No se como llegué a sentir esto tan rápido. Puede que influya la ilusión, pero siento que lo quiero en mi vida. Sus ojos perfectamente oscuros, bellos. Me llenan de vida al mirarlos. Su ser, me encanta.
Días perfectos y bellos, llenos de alegrías. Una conversación y el miedo volvió a mi.
Se que no debería tener miedo, pero es inevitable. Me dañaron, y tengo miedo de que el lo haga también. Es por ello que he buscado razones para dar todo por terminado y evitar sufrir en el futuro. Pero NO MÁS! tengo derecho a ser feliz y a disfrutar de la vida. Dejar de preocuparme de lo que digan o hagan los demás. Soy una mujer fuerte, inteligente y con la capacidad de ver lo bello dentro de la tormenta, no dejaré que esta nube negra se imponga sobre mi.

A ser feliz se ha dicho!! :D