Miércoles geniales

Bueno, me encanta poder tener tiempo para escribir jajajajaja Es rico sentir que tengo tiempo, que puedo hacer las cosas que me gustan. Bueno, parte de las cosas que me gustan porque con el fin de las clases terminaron algunas cosas que de verdad me motivaban semana a semana. Mis miércoles geniales como los llamaba yo. Era el mejor día de la semana, sí! mejor que el fin de semana incluso. De verdad eran alimento para mi alma, me hacían muy feliz.
Primer elemento genial de mis días miércoles: LIDERAZGO. Era una clase que partía a las 8:30 am. Al principio pensé que sería una lata, pero sin lugar a dudas no lo fue. Me ayudaron mucho a descubrir cosas en mi misma y a darle un foco a mi vida. Me di cuenta de que si bien ahora no estoy cumpliendo mi sueño, no significa que no lo vaya a hacer nunca. Esta etapa es solo un pequeño paréntesis en la vida llena de aventuras que tendré. Es un paréntesis que me servirá para madurar, para fortalecerme y desarrollarme como persona. Un paréntesis que me dará las herramientas para que, cuando llegue el momento, pueda disfrutar al máximo la vida. Pero no porque sea un paréntesis significa que no sea parte de mi vida. Mi vida la estoy viviendo ahora y espero mantenerme así por mucho tiempo. Es difícil no vivir esperando el mañana, pero es un hábito que tengo que hacerme, es la única forma de vivirla realmente.
Segundo elemento genial de mis días miércoles: CORO. Fue un alivio cuando el semestre pasado hicieron un llamado a las audiciones de coro. Después de estar 6 años en coro, llegar a una universidad que no tuviera coro ni nada artístico me pareció una pesadilla. Me moría por cantar una de esas canciones que a la mayor parte de la gente le parecen aburridas. Me moría por vocalizar, por cantar en grupo. Y con el segundo semestre un grupo de jóvenes dirigidos por un profesor loco formaron el primer coro de la UAI. Simplemente fue genial.
Tercer elemento genial de mis días miércoles: BAILE. Este año me di cuenta de que amo bailar. No solo es un gusto, sino que es algo que realmente me mueve, literalmente(que fome jajaj). Me di cuenta desde chiquitita siempre me ha encantado bailar y que no lo hago nada mal jajajajaj. El primer semestre de este año pusieron clases de baile en el gym de la U y para mi se transformó en algo sagrado ir las dos clases. Con la formación del coro dejé de ir a una de las dos clases lo que hacía más sagrada mi asistencia. Era un momento de risas, de relajarse y de matarse bailando, ahí nadie te iba a decir nada por todo el entusiasmo que le pongas al baile. No es como bailar en una disco en la cual si te empiezas a mover más de lo que se mueve el común de la gente te ven como loca. Era simplemente GENIAL.
Al final de cuentas los miércoles se transformaron en días en los que podía ser realmente yo, con todas mis locuras y mi amor por las artes, días de la semana en el cual me olvidaba un poco de que estudio Ing. Comercial y que esa parte sigue aún viva en mí y que tampoco se apagará. Ahora no tengo los miércoles, pero tampoco tengo clases si que solo me queda buscar la forma de hacer esas cosas que tanto amo. ¡A vivir las vacaciones!

Respira, siente, vive