A veces siento que caigo, y no paro de caer. Todo se vuelve oscuro, me veo obligada a caminar a ciegas en la oscuridad. Aparece una luz en el horizonte, corro hacia ella. Se muestra radiante y con ella un nuevo sentimiento surge en mi ¿Esperanza? Corro, lo más rápido que puedo, corro a más no poder. Poco a poco la luz se hace más grande, estoy a punto de salir de aquel oscuro laberinto del cual escapar es casi imposible, pero la luz desaparece. Poco a poco se fue tornando más y más oscura, siniestra. Las imágenes de un futuro gris y monótono aparecen frente a mi.
Temprano por la mañana suena aquella canción que antes de convertirse en tu despertador te encantaba. Las sábanas se deslizan lejos de tus piernas y el frío te agobia. Corres a la ducha, cada segundo de aquella vida cuenta, es oro. De la ducha al típico traje para ir a trabajar, a la cocina por esa reponedora taza de café, las llaves del auto y luego a la calle. Tráfico por todas partes, en la radio suenan canciones alegres que por un momento te hacen olvidar la realidad. Entras al estacionamiento y el edificio se presenta omnipotente ante ti, ni el fin de semana puedes dejar de pensar en el trabajo y las exigencias del competitivo mundo laboral. Si tan solo pudieras tener tiempo de hacer aquello que tanto te gustaba. Desechas la idea, el tiempo es oro y no puedes desperdiciarlo pensando en tonteras. Entras a la oficina y allí está tu vida. Tus compañeros de trabajo los cuales ves día a día con la misma cara inexpresiva, las manos llenas de informes y cosas por hacer en sus mentes. De vez en cuando uno sonríe y te acuerdas de que estás vivo, al menos respiras. Sientes un ruido y te acercas a la ventana, está lloviendo. En la lluvia ves a un mendigo que coge sus cosas rápidamente para ponerse al cubierto. Das gracias por la salud y el bienestar, por la estabilidad económica y por tener un buen trabajo. Te das la vuelta y te pones a trabajar.
Tarde por la noche tomas tu bolso, el abrigo y apagas la luz de la oficina, es hora de volver a casa. Tráfico, atascos por todos lados. Decides cambiar la ruta y tomas aquella calle poco transitada en donde años atrás encontraste un café donde siempre tocaban bandas de jazz. En un semáforo algo te llama la atención, es el cartel que anuncia el estreno de un musical en un pequeño teatro. Recuerdas aquellos días de adolescente en los que soñaste con participar de un musical, recuerdas todos aquellos sueños que quedaron enterrados por la rutina y las exigencias del mundo de hoy. Recuerdas las palabras que te repetiste una y otra vez "Si estudio algo artístico no tendré estabilidad económica y voy a vivir preocupada toda la vida, cuando termine la carrera estudio otra cosa, pero necesito el cartón" Recuerdas que terminaste la carrera y la presión por independizarte te hizo entrar a trabajar a aquella empresa de marketing donde el año anterior habías realizado tu practica. Recuerdas que tuviste que dejar el coro y otras actividades artísticas para los fines de semana por tu largo horario en el trabajo. Luego apareció el, te enamoraste y fue cosa de tiempo para que en tu dedo se encontrara aquella argolla. Cumpliste algunos de tus sueños, viajaste y disfrutaste de las distintas culturas. Ahora estás sentada en tu auto, mirando el aviso. Luz verde y echas andar, te prometes a ti misma que algún día, quizás cuando aquel niño que ahora esperas crezca, le dedicarás tiempo a aquello que desde pequeña llenó tu corazón. Algún día, hoy estás muy cansada y mañana por la mañana te toca trabajar.
Más acerca de mi.
Cuando no tienes claros tus pensamientos una buena forma de poder ponerlos en orden es escribiéndolos. Cada una de las cosas que leerán en este blog proviene de mis vivencias y las de mi gente cercana, hechos que causan en mi los más diversos sentimientos. Los invito a uds. lectores a sumergirse en este mundo de emociones, sueños y anhelos. Bienvenidos a mi mundo, un mundo donde todo puede ser posible y donde prima la mágia del amor.
PD: Mis palabras nos siguen una estructura establecida, es solo lo que sale de mi mente mientras escribo. No hay reglas de puntuación ni nada. Caos, así como esta vida en la que estamos. Enjoy
martes, 20 de agosto de 2013
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