Lo bello de la vida es que es impredecible. Las cosas que menos esperas pueden ocurrir en cualquier momento. No te das cuenta y estás siguiendo un camino que ni si quiera se encontraba en tu mapa. Das mil giros, cada decisión que tomas día a día te lleva a un nuevo destino. Izquierda, derecha, dos pasos en dirección sur y luego otros 10 al oeste. Luego, das una vuelta en 270 grados y sigues derecho. Un obstáculo aparece ante ti, ¿lo rodeas o lo enfrentas? Sigues tu camino, luego giras una vez más, y tu destino es completamente distinto al que imaginabas antes de dar ese primer paso. Te puedes sentir confuso, desorientado, a veces hasta colapsado. Puedes querer mandar todo al demonio y trazar otro nuevo camino, lejos de todo. Pero no todo es oscuridad.
A veces, estos caminos inesperados te llevan a lugares maravillosos, lugares que creías no existían. Te pueden llevar a descubrir cosas que no sabías de ti, nuevas aristas de tu personalidad, nuevas motivaciones. Los nuevos caminos te pueden cautivar con nuevos colores, nuevas texturas, nuevos aromas, nuevas energías. Te pueden brindar una mirada distinta del mundo, de la forma en la que llevas tu vida, un nuevo sol puede aparecer en tu universo.
Como les decía, eso es lo bello de esta vida. La belleza de la vida está en la diversidad. Distintos hechos que generan distintos recuerdos los cuales nos llevan a distintos estados anímicos.
Alegría, tristeza, rabia, melancolía, euforia, frustración, placer.
Estos estados anímicos nos llevan a nuevos aprendizajes y estos a nuevas expectativas. En la vida todo está conectado, cada pequeña acción tiene una consecuencia.
Qué horrible sería la vida si todo fuera igual, día tras día. La rutina mata el alma, mata las ganas de vivir.
Y no sé si será que me gusta vivir la vida más intensamente, pero siento que el mundo está plagado de gente vacía. Todos están centrados en su vida, la cual tiene una pauta previamente establecida, cada día la misma seria de acciones que se repite una y otra vez. Rutina, asquerosa rutina. Al final las personas dejan de ser personas y pasan a ser máquinas que producen. "Si no produce, no sirve". ¿Donde quedó el hacer algo por "amor al arte"? Estoy cansada de que la gente te mire con cara rara cada vez que uno hace algo solo por el simple hecho de hacerlo, es como si el placer no fuera motivo suficiente para desempeñar una acción. ¿Seré la única que siente esto? ¿Vivo en un mundo lleno de máquinas? Tengo la esperanza de que así no sea.
Todos se centran en sus rutinarias vidas, son como caballos de carrera que solo miran al frente. Incapaces de levantar la mirada, ver que es lo que el mundo tiene para ofrecerles y lo que ellos pueden ofrecer al mundo. Son gente sin esencia, todos me recuerdan a lo mismo, a la nada. Son como gotas de agua, cada una igual a la de al lado. Los matices son muy leves, casi inexistentes. ¿No les parece lamentable?
Pero no pierdo la esperanza, sé que existen personas entre todo ese montón de máquinas. Despierten de su largo sueño, vuelvan a la vida. Abran los ojos a las distintas oportunidades. Disfruten de esta vida como lo que es. Es solo una y no podemos desperdiciarla. Observen, escuchen, sientan, respiren, rían y por sobre todo, Amen.
Más acerca de mi.
Cuando no tienes claros tus pensamientos una buena forma de poder ponerlos en orden es escribiéndolos. Cada una de las cosas que leerán en este blog proviene de mis vivencias y las de mi gente cercana, hechos que causan en mi los más diversos sentimientos. Los invito a uds. lectores a sumergirse en este mundo de emociones, sueños y anhelos. Bienvenidos a mi mundo, un mundo donde todo puede ser posible y donde prima la mágia del amor.
PD: Mis palabras nos siguen una estructura establecida, es solo lo que sale de mi mente mientras escribo. No hay reglas de puntuación ni nada. Caos, así como esta vida en la que estamos. Enjoy
domingo, 16 de septiembre de 2012
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